7.4.08

.una noche de licuados.

.Roman Magnani tenía la encomienda de reseñar el primer concierto de Los Licuados en Ameca, Ameca, Estado de México.
.hacía años que las referencias sobre aquel grupo de proto punk se habían borrado de su cabeza y que sus apuntes sobre el caso se habían desperdigado producto de múltiples mudanzas, sin embargo, le invadía la desesperación por escuchar nuevamente "Snakes in an Onion Field" en vivo.
.la nostalgia siempre le jugaba trampas al punto de conmvertirlo en un adicto de coches viejos, de sustancias caducas, de paseos antes recorridos y de emblemas medianamente borrados por el sol y la erosión de las ciudades contaminadas.
.horas antes de ese directo, por ejemplo, Alee McNally lo puso frente a un carrusel de fotografías tomadas con meses de anterioridad, de esos álbumes en los que siempre aparecen imágenes con las cuales alguien dice "mira que mal salí en esa".
.ambos recordaron a un amigo que dejó este lugar para establecerse en París, su ciudad - ambición, y así pasaron la noche, bajo la sombra de un árbol espeso de recuerdos nublados.

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